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Tú eres un ser de luz y tu brillo ilumina a tu alrededor.

Su formación natural se da cerca del centro de la tierra, y han sido expulsados hacia la superficie por erupciones volcánicas.

Se dice que cuando se formo la tierra y una lluvia del sol callo en la tierra, y formo los diamantes.

Un diamante es resultado de someter un simple pedazo de carbón a temperaturas por arriba de los 1000 grados Celsius, y a presiones extraordinarias.

La pureza del diamante radica precisamente en esta combinación, y no en el origen del carbón. La palabra Diamante viene del griego Adámas,  que significa invencible o inalterable

Para convertirte en un verdadero diamante que tu brillo y pureza sean admirados y apreciados por quienes te rodean, entiende que el proceso de altísima presión y altísimas temperaturas son indispensables, mientras mas fuerte sea este proceso mejor pureza resultará.

Así que hoy no te quejes de tus carencias y no sientas que tus esfuerzos son en vano, mientras más difícil se te haga el camino, más satisfactorio será llegar al lugar de reposo. Y más  sabroso será el trago de agua.

Tu camino para llegar a ser diamante es un proceso natural y se tiene que aceptar, porque el resultado será siempre el mismo.

Si hoy amaneciste decaído y sientes que la presión es mucha, recuerda esto, estoy transformándome en el material más duro, más resistente, invencible e inalterable.

Mi brillo esta por aparecer y deslumbrar a todo quien me rodea.

Soy un diamante.

Tengo el poder transformador en mi naturaleza, soy invencible y no tengo nada que me haga desistir de alcanzar mis metas.

No temo al camino, porque se que cada paso me acerca al lugar donde encontrare aguas frescas y cristalinas, la satisfacción de haber cumplido esta cerca.

Hoy voy a dar un paso más en mi transformación de carbón a diamante.